El verano me hace pensar en días largos y cálidos pasados en un sendero en algún lugar con buen tiempo y un amanecer que ilumina el camino. Se hace camino al andar, así que sal a disfrutar de la soledad. La mejor manera de encontrarse a sí mismo es perderse. Hasta el final de los tiempos. Este sendero es un paraje maravilloso para pasear a primera hora de la mañana en un día claro y fresco, con el canto de los pájaros y el sol recién salido. El sol hace brillar el rocío y la luz baila sobre él formando hermosos dibujos. El aire es fresco y templado, pero no frío. Puedes oler las flores que florecen mientras te tomas tu tiempo para caminar.
