Lun. Abr 29th, 2024

Un árbol nos recuerda que para crecer hacia lo alto,
hacia lo espiritual, lo abstracto, es necesario estar bien arraigado en la tierra,
en lo concreto, en la materia.
Es al igual que el ser humano, un ser que une cielo y tierra.
Es el portador del fruto acabado, y al mismo tiempo,
está en pleno proceso de desarrollo.
Nosotros, como seres humanos,
somos la máxima expresión de la creación y al mismo tiempo
estamos aún en proceso de crecimiento.

Friedrich Nietzsche

Juan Ramón Jiménez describe aquí ‘Las tardes de invierno’Sigue lloviendo
Domingo… el día que planeo mucho pero que en realidad no hago nada.Si todos los días de la semana fueran sábados, las personas serian más felices

Por admin

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